La fiebre es el aumento de la temperatura corporal, sobrepasando lo que se considera la temperatura normal de una persona, que es al rededor de los 37 ºC. La presencia de fiebre es el modo que el cuerpo utiliza para indicar la existencia de una infección o la presencia de virus. Si la temperatura supera los 40,5 ºC, en un niño puede ser mortal, y puede generar infartos cardíacos y delirios, entre otros síntomas.